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Como empresario, entender qué es realmente un ingreso —y cómo se clasifica— es clave para tomar mejores decisiones, fijar precios correctamente y medir la salud financiera de tu empresa. En este artículo te lo explicamos de forma sencilla y con definiciones claras para que lo apliques hoy mismo.
Un ingreso es el aumento de las entradas económicas netamente provenientes de la actividad comercial principal de la empresa o entidad. Esta partida es vital porque incrementa el patrimonio empresarial, debido a que aumenta el activo y reduce el pasivo u obligaciones de la misma.
¡Ojo! No se considera ingreso si el dinero proviene de aportaciones de los socios o accionistas (capital).
Para registrar los ingresos, es fundamental clasificarlos primero. Esta clasificación se realiza teniendo en cuenta la fuente de donde provienen dichos ingresos: si son producto de la venta de bienes o de la prestación de un servicio.
Para contabilizar correctamente el registro de un ingreso proveniente de la venta de bienes, debes asegurarte de que se cumplen las siguientes condiciones:
Para contabilizar este registro, debes tener en cuenta lo siguiente:
Recuerda que un ingreso no es lo mismo que un cobro. El registro del ingreso se realiza cuando se cumplen las condiciones mencionadas, sin importar que el cobro se realice en ese mismo momento.
Los ingresos se clasifican generalmente en función de su origen dentro de la actividad económica de la empresa.
Son el resultado directo de la actividad principal del negocio. Por ejemplo, la venta de productos, la prestación de servicios profesionales o los ingresos por arrendamiento si ese es el negocio de la empresa.
Aquellos que se generan por actividades secundarias de la empresa, es decir, que no están directamente relacionadas con su objeto social.
Derivados del rendimiento de recursos financieros, ya sea rendimientos por inversiones, intereses de CDT o ahorros.
Los ingresos por recuperaciones son entradas de dinero que resultan de un ajuste contable que realiza la empresa. Específicamente, ocurren cuando se disminuye un gasto que previamente se había contemplado o deducido en exceso. Según las normas de contabilidad, se registra como un ingreso por recuperación de deducciones.
La fórmula base para calcular los ingresos totales brutos de una empresa es muy sencilla:
Ingresos = Cantidad de unidades vendidas × Precio de venta por unidad
Por ejemplo, si tu empresa vende 200 camisetas a $50.000 cada una, en un mes, el cálculo es:
Ingresos totales = $50.000 × 200
Ingresos totales = $10.000.000
Resultado: los ingresos totales brutos por la venta de ese producto son $10.000.000.
Registrar con precisión cada entrada de dinero es crucial para la salud financiera de tu empresa y para evitar la pérdida de tiempo en procesos manuales. Si bien este proceso puede ser complejo, hoy existen soluciones que te ofrecen la simplicidad que necesitas.
Para garantizar que tus ingresos se reflejen correctamente en tu Estado de Resultados, la clave es la automatización. Con Siigo, puedes llevar la gestión de tus inventarios, conocer el flujo de efectivo y conciliar tus cuentas.
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Escrito por Luisa Fernanda Cortés Ruiz
Soy politóloga y periodista de la Universidad Javeriana de Bogotá. Me apasiona la danza, la música, el diseño de modas, la investigación financiera y el business intelligence. Mi propósito en cada renglón es que mis lectores transformen su vida cuando me leen, es decir, que la información que investigo para ellos sea tan relevante que les cambien pequeñas prácticas de su cotidianidad.
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