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El manejo de los impuestos en Colombia puede parecer un laberinto sin salida y lleno de tecnicismos, pero dentro de este panorama, el impuesto diferido se da como una herramienta estratégica para empresas y profesionales en el ámbito financiero. Este concepto, aunque técnico, tiene un impacto directo en la forma en que las organizaciones proyectan su salud financiera y toman decisiones clave para el futuro.
Aquí exploraremos de manera práctica y sencilla qué es, cómo identificarlo, gestionarlo, y su importancia en las decisiones financieras. Prepárate para conocer los secretos detrás de este impuesto y convertirlo en un aliado en tu gestión fiscal.
Imagina que tu empresa lleva a cabo una carrera fiscal anual. A lo largo del camino, encuentras piedras (diferencias temporales) que afectan tu flujo de caja, pero que no siempre son obstáculos permanentes. Estas diferencias, nacidas de contrastes entre la contabilidad financiera y fiscal, son la esencia del impuesto diferido.
El impuesto diferido entonces, es un método contable que refleja las cargas tributarias futuras (o los beneficios) que surgen debido a las diferencias temporales entre la utilidad contable y la fiscal. Estas diferencias se originan porque ciertas partidas de ingresos o gastos se reconocen en momentos diferentes.
Porque afecta tus estados financieros y puede cambiar la percepción de tus resultados y patrimonio. Por ejemplo:
A diferencia de otros tributos, el impuesto diferido no se paga directamente. Es un registro contable que representa montos futuros los cuales se liquidarán o se recuperarán cuando las diferencias temporales desaparezcan.
Las diferencias temporales pueden generar dos tipos de saldos en tus estados financieros: activos por impuesto diferido y pasivos por impuesto diferido.
Piensa en los activos por impuesto diferido como un crédito que tendrás en el futuro. Son el resultado de pagos tributarios en exceso o de ingresos contables menores al ingreso fiscal.
¿Qué son?
Un activo por impuesto diferido surge cuando una empresa anticipa pagar menos impuestos en períodos futuros debido a diferencias temporales. Por ejemplo:
Caso práctico:
Imagina que tu compañía crea una provisión por indemnizaciones laborales de $50 millones. Contablemente se reconoce este gasto ahora, pero fiscalmente solo será deducible al pagarse. Aquí se genera un activo por impuesto diferido.
Por otro lado, los pasivos por impuesto diferido representan una obligación futura. Estos se generan cuando el ingreso contable excede al ingreso fiscal, creando un monto adicional por pagar más adelante.
Ejemplo gráfico:
Supongamos que adquieres un activo que se deprecia contablemente en cinco años, pero fiscalmente en tres. Durante los primeros años, la depreciación fiscal será mayor, lo que reduce el impuesto actual pero genera un pasivo por impuesto diferido que se revertirá en años futuros.
El manejo del impuesto diferido no tiene que ser complicado. Sigue estos cuatro pasos para dominar su gestión y aplicar el concepto en tu empresa.
Las diferencias temporales son aquellas que eventualmente desaparecerán, como las generadas por provisiones o depreciaciones. En contraste, las diferencias permanentes (por ejemplo, gastos no deducibles fiscalmente como multas) no generan impuesto diferido.
Consejo práctico: Revisa los estados financieros y busca partidas que tengan un tratamiento diferente en la contabilidad y en la base fiscal.
En Colombia, la tasa de impuesto a la renta para 2024 es del 35% para personas jurídicas, salvo excepciones legales. Utiliza esta tasa para calcular el impuesto diferido sobre las diferencias temporales.
Ejemplo práctico:
Si tienes una diferencia temporal de $10 millones, el impuesto diferido será:
$10,000,000 x 35% = $3,500,000.
Las partidas que generan impuestos diferidos pueden incluir:
Asegúrate de que estos activos y pasivos estén claramente reflejados en el balance general y en la nota explicativa de los estados financieros.
El impuesto diferido no es estático; cambia conforme las diferencias temporales se revierten. Por ello, es crucial realizar revisiones periódicas y ajustar los saldos según las normativas vigentes y la realidad económica de tu empresa.
Aunque entender y gestionar el impuesto diferido es clave, no es un fin en sí mismo. Es una herramienta que, bien utilizada, puede optimizar la carga tributaria y contribuir al crecimiento financiero sostenible de tu empresa.
Recuerda que en Colombia, leyes como el Estatuto Tributario (artículos 189 y 290) y normativas contables como las NIIF (Normas Internacionales de Información Financiera) regulan este tema. Conocer estas disposiciones te dará una ventaja estratégica.
El impuesto diferido no solo te orienta hacia el cumplimiento fiscal, sino que también te ayuda a prever los retos y oportunidades en el camino. Al adoptarlo como parte de tu estrategia, estarás mejor preparado para tomar decisiones que impulsen el éxito de tu negocio.
¿Estás listo para convertir este concepto técnico en una ventaja competitiva? Consulta con tu contador o asesor fiscal para aplicar estas estrategias en tu empresa.
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